Los protagonistas de nuestra campaña son los desaparecidos, tratando de utilizar para ello una perspectiva inusual. No utilizamos el formato testimonial. Buscamos la intensidad del mensaje en la información objetiva, optando por el realismo. Creemos que es necesario y posible informar, concienciar y conmover desde una perspectiva neutral y optimista.
A través del recurso del plano subjetivo, hacemos que el espectador asista al proceso que tiene lugar desde la exhumación hasta la devolución de los restos a los familiares y reflejando el sentimiento positivo que genera en las familias de los desaparecidos la recuperación de sus seres queridos. Así ven por fin restituidos sus derechos: verdad, justicia y reparación.
Este hilo narrativo se complementa intercalando planos en los que los nuestros colaboradores exponen información concisa y directa, tanto datos como mensajes de concienciación, así como la necesidad de la creación de la Comisión de la Verdad. Las caras de estos personajes son descubiertas progresivamente con el barrido de un halo de luz, metáfora de la búsqueda de la verdad como vía para arrojar luz sobre los hechos y restablecer los derechos de las víctimas.
Como desenlace, utilizamos un plano secuencia que consiste en un retroceso del proceso de exhumación en cámara rápida, volviendo al punto de partida. El objetivo es reflejar que este proceso no tendrá lugar sin la movilización de una ciudadanía que debe asumir su responsabilidad. Todavía hay mucho por resolver y es el momento de actuar.
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