Se había advertido por numerosos “vigías” y desde múltiples ángulos de observación que una unión sólo basada en el dinero y en el poder excesivo del “mercado”, sin balizas éticas, desembocaría en el fracaso más estruendoso. No fueron capaces de alcanzar más unión que la monetaria cuando debía ser una unión política, económica, cultural y social. Quienes soñaban con la Europa unida por “principios democráticos” –como establece el preámbulo de la Constitución de la UNESCO- se han visto defraudados. Quienes, como Robert Schumann y Jean Monnet en 1949, proclamaron que “hay que inventar Europa”, no han sido tenidos en cuenta por los políticos del siglo XXI, incapaces de contener el aluvión dinerario.
¡La excelente Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea!, aprobada en el año 2000, ha sido relegada por los gobernantes y parlamentarios actuales, en lugar de situarla como eje fundamental de sus brújulas, de sus “hojas de ruta”.
Y así, nos hallamos inermes ante unos hechos socialmente intolerables –el Informe de OXFAM-INTERMON sobre la concentración del poder financiero en muy pocas manos es desolador- y con inadmisibles -e inimaginables, en el caso de España- muestras de insolidaridad y, lo que es más angustioso todavía, con rebrotes de racismo, fobias y fanatismo. La solución está en la democracia y en la educación. La democracia genuina brilla por su ausencia. Pretenden basarla exclusivamente en las urnas en lugar de hacerlo en los valores éticos esenciales de la igual dignidad de todos los seres humanos, la justicia, la libertad y la solidaridad. Así lo propusimos hace ya algún tiempo en un proyecto de Declaración que abarca la democracia ética, social, política, económica, cultural e internacional (https://declaraciondemocracia.wordpress.com ).
La educación –para forjar ciudadanos del mundo “libres y responsables”- debe estar orientada para “ser” y no para “tener”. Ser plenamente para ejercer sin cortapisas las facultades distintivas de la especie humana: reflexionar, imaginar, innovar, ¡crear! Y actuar en virtud de las propias decisiones y nunca más al dictado de nadie ni de dogma alguno.
La tecnología digital debe hallarse al servicio de los seres humanos y no al contrario.
Sí: cada ser humano libre y responsable, capaz de crear y de llevar en sus manos las riendas de su destino, nuestra esperanza. La única esperanza para esclarecer horizontes hoy tan sombríos.
Nació en Barcelona, en 1934. Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (1958), en 1963 fue Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y en 1968 llegó a ser Rector de esta institución, cargo que desempeñó hasta 1972. Al año siguiente fue nombrado catedrático de su especialidad en la Universidad Autónoma de Madrid. En estos años puso en marcha el Plan Nacional de Prevención de la Subnormalidad, para evitar, mediante diagnóstico precoz, enfermedades que cursan con grave deterioro mental.
Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, de la Universidad Autónoma de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Entre otras responsabilidades políticas, el Profesor Mayor ha desempeñado los cargos de Subsecretario de Educación y Ciencia del Gobierno español (1974-75), Diputado al Parlamento Español (1977-78), Consejero del Presidente del Gobierno (1977-78), Ministro de Educación y Ciencia (1981-82) y Diputado al Parlamento Europeo (1987). En 1978 pasó a ocupar el cargo de Director General Adjunto de la UNESCO y, en 1987, fue elegido Director General de dicha Organización, siendo reelegido en 1993 para un segundo mandato. En 1999, decide no presentarse a un tercer mandato y, a su regreso a España, crea la Fundación para una Cultura de Paz, de la que es Presidente.
A lo largo de los doce años que estuvo al frente de la UNESCO (1987-1999) el Profesor Mayor Zaragoza dio un nuevo impulso a la misión de la Organización -"construir los baluartes de la paz en la mente de los hombres"-, al convertirla en una institución al servicio de la paz, la tolerancia, los derechos humanos y la convivencia pacífica, mediante actividades en sus ámbitos de competencia y siempre fiel a su cometido original. Siguiendo las orientaciones del Profesor Mayor, la UNESCO creó el Programa Cultura de Paz, cuyo trabajo se organizó en cuatro vertientes principales: la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia; la lucha contra la exclusión y la pobreza; la defensa del pluralismo cultural y diálogo intercultural; y la prevención de conflictos y consolidación de la paz.
En el marco de esta estrategia, se celebraron numerosas reuniones y conferencias internacionales sobre educación para la no violencia, erradicación de la discriminación y fomento del pluralismo y la cooperación internacional. Resultado de todas estas reuniones fue el importante número de Declaraciones -una treintena- en las que se expresa la voluntad de fomentar la educación, la ciencia, la cultura, la investigación o la docencia, así como la justicia y la "solidaridad intelectual y moral", a las que se refiere la Constitución de la UNESCO. El 13 de septiembre de 1999, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración y Plan de Acción sobre una Cultura de Paz, que constituye, desde le punto de vista conceptual y práctico, la máxima aspiración del Prof. Mayor Zaragoza.
Con la Fundación para una Cultura de Paz, constituida en Madrid en marzo de 2000, el Profesor Mayor continúa la labor emprendida como Director General de la UNESCO de impulsar el tránsito de una cultura desde la violencia e imposición a una cultura de paz y tolerancia. Celebra cursos sobre Cultura de Paz -contenidos educativos, orígenes de los conflictos, democracia, derechos humanos- y reuniones y "talleres". En diciembre de 2000 organizó un Encuentro Internacional, al que asistieron grandes personalidades que han destacado en la lucha por la justicia, la libertad y la paz. Al término de dicho encuentro, se aprobó por unanimidad la Declaración de Madrid y se publicó, con las intervenciones habidas, el libro "El Contrato Global".
En el mes de diciembre de 2002, la Presidencia Danesa de la Unión Europea le encomendó la Presidencia del ERCEG (European Research Council Expert Group) para la "economía basada en el conocimiento" cuyo liderazgo debería Europa alcanzar en el año 2010.
En 2005 fue designado Co-Presidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones, por el el Secretario General de las Naciones Unidas. El Informe del Grupo de Alto Nivel se presentó en Estambul in noviembre de 2006.
Presidente de “Initiative for Science in Europe” (ISE) en enero de 2007.
En junio de 2008 ha sido nombrado Presidente del Consejo Directivo de la Agencia de Noticias Inter Press Service (IPS).
Entre otras actividades de cooperación nacional e internacional, destaca la creación, en la Universidad Politécnica de Cataluña, del Foro Mundial de la Sociedad Civil, "UBUNTU", una Red de Redes para aunar comunicados, posicionamientos y propuestas, que desde 2001 concentra buena parte de su dedicación a la Reforma de las Instituciones Internacionales.
Además de sus numerosas publicaciones científicas, el Profesor Federico Mayor ha publicado cuatro poemarios, A contraviento (1985), Aguafuertes (1991), El fuego y la esperanza (1996), Terral (1997), Voz de vida, voz debida (2007), Alzaré mi voz (2007), En pie de paz (2008) y varios libros de ensayos: Un mundo nuevo (en inglés The World Ahead: Our Future in the Making) (1999), Los nudos gordianos (1999), Mañana siempre es tarde (1987), La nueva página (1994), Memoria del futuro (1994), La paix demain? (1995), Science and Power (1995); UNESCO: un idéal en action (1996); "La palabra y la espada" (2002); La fuerza de la palabra (2005) y Un diálogo ibérico: en el marco europeo y mundial (2006);
Enfermedades metabólicas (2006) (ed.), Tiempo de acción (2008)…
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