Las recetas neoliberales que han sumido a Europa en el estancamiento y la deflación y han precipitado a la periferia Sur del continente al abismo de la desigualdad, el desempleo y la pobreza; no pueden ser la solución a la crisis.

Desde Convocatoria Cívica defendemos una economía inclusiva, integradora, garante de los derechos humanos y respetuosa con los límites del Planeta. Reclamamos una gobernanza económica global que favorezca un desarrollo inclusivo y garantice el acceso a unos servicios públicos de calidad para todos los ciudadanos y, especialmente, para los segmentos más vulnerables y desprotegidos de la sociedad. Las medidas de austeridad impulsadas en toda Europa como solución a la crisis sólo generan más desigualdad y constituyen un ataque directo a los principios que conforman la base misma de la construcción europea: la democracia y el respeto a los derechos humanos. Consideramos que en la situación actual del país, la prioridad absoluta de toda política económica debe ser la creación de empleo duradero y de calidad, aumentando el número de horas trabajadas y los ingresos salariales. Para ello, es imprescindible:

1-       Frenar la destrucción de empleo, reconociendo y haciendo frente a la triple crisis que está en la raíz del hundimiento de nuestra economía: crisis de demanda interna, consecuencia de la caída del consumo, la inversión empresarial y el gasto productivo del Estado; crisis de financiación, con un sector bancario al que se ha llevado por delante el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y que ha dejado de financiar a empresas y familias; y crisis de deuda soberana, que dificulta la llegada de inversión productiva a España y se convierte en fuente de salida de capital e incentivo para la especulación.

2-       Recuperar la demanda interna de bienes y servicios, lo cual pasa inevitablemente por incrementar los ingresos de los ciudadanos, poniendo freno al crecimiento de la desigualdad y a la concentración de la renta. Las continuas bajadas de salarios no hacen a la economía española más competitiva, ni se refuerza la producción y el crecimiento del empleo, sino todo lo contrario. Resulta mucho más efectivo, realista y socialmente beneficioso recuperar la actividad de las empresas y el empleo consiguiente tomando medidas que tiren del mercado interior e incentiven la demanda que va a las pequeñas y medianas empresas, que son los grandes semilleros de empleo del país. Para ello, es imprescindible aumentar la renta disponible de las familias, utilizando el sistema fiscal y el gasto público como herramientas fundamentales de redistribución de rentas.

3-       Disponer de un sistema financiero saneado, reestructurado y redimensionado para evitar la existencia de entidades que supongan un riesgo sistémico (too big to fail), con una banca pública gestionada con solvencia técnica y bajo un férreo control público, que financie a las familias y a las empresas generadoras de empleo.

4-       Cambiar el modelo productivo hacia una economía baja en carbono y realmente sostenible, aumentando la competitividad por la vía de la innovación y la mejora de la calidad de los productos, y no a través de la reducción de plantillas, la bajada de salarios y la precarización del empleo, como se ha hecho hasta ahora. Agotado hace tiempo el potencial del sector de la construcción como motor económico, es imprescindible orientar la inversión empresarial hacia nuevas actividades (agricultura ecológica, producción local y de proximidad, regeneración urbana y remodelación residencial, energías renovables,…) dando prioridad al empleo verde en todos los planes de generación de empleo, especialmente en cuanto a empleo juvenil se refiere. Es necesario reorientar la legislación energética, agraria, pesquera y forestal, priorizando las energías renovables, la eficiencia energética, la agricultura, la pesca y la gestión forestal sostenibles; así como potenciar la I+D+i en estos sectores con el fin de acelerar el desarrollo de los yacimientos de empleo verde. Debe ser prioritario acabar con el “trabajo en negro”, dignificar todo tipo de empleo y promover con la mayor intensidad el empleo femenino y juvenil.

5-       Implantar un programa de ahorro, mejora y racionalización de todas las administraciones públicas para acabar con todo tipo de despilfarro y reducir el gasto público no a base de cercenar derechos fundamentales de los ciudadanos y privatizar servicios públicos, sino de eliminar instituciones que no buscan favorecer el interés general y que representan cotos y parcelas de poder únicamente al servicio de las élites extractivas que nos gobiernan, sus redes clientelares, intereses electoralistas y prebendas partidistas. Es imprescindible abordar una reforma fiscal basada en tres pilares fundamentales: el apoyo a la creación de riqueza sostenible, la equidad y la lucha contra el fraude y la evasión fiscal.

6-       Desarrollar programas de formación y políticas activas de empleo e implantar reformas que faciliten realmente la búsqueda de empleo y la contratación, que eliminen incentivos perversos y hagan más efectivas las políticas activas de empleo sin empeorar la calidad del mismo y el bienestar social.

7-       Invertir el orden de preferencias para hacer que la prioridad sea repartir los recursos de modo más justo e igualitario y permitir así que la mayor parte de ellos se conviertan en fuentes de ingresos para todos y no en gigantescos patrimonios parásitos o dedicados a especular, destruyendo empresas, riqueza y empleo, como viene ocurriendo hasta ahora. En España se han destruido millones de puestos de trabajo durante los últimos años porque la solución política a la crisis ha sido la que ha impuesto al conjunto de la sociedad un grupo muy reducido de españoles: banqueros, promotores y grandes empresarios ayudados por políticos venales y corruptos.

España, lider europeo en el plan integral que define los objetivos de disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, de inclusión de energías renovables y de eficiencia energética (PNIEC).
El Plan Nacional Integrado de Energía Y Clima o PNIEC (en inglés, National Energy and Climate Plans, NECPs) consiste en un plan que recoge las metas y objetivos de cada uno de los países miembro de la Unión Europea en lo que al cambio climático respecta, en congruencia con lo pactado en el Acuerdo de París, así como medidas de eficiencia energética, las metas nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la integración de energías renovables, entre otras varias cuestiones

Como corolario, y dado que, como ya dijo el Profesor Fuentes Quintana, toda solución a un problema económico pasa por la política, resulta imprescindible atajar el importante déficit democrático que existe en España. Fruto de la Transición, la democracia española se ha visto muy mermada y ha dado lugar a un Estado del bienestar muy deficitario para la gran mayoría de los ciudadanos. La relación entre desigualdad y democracia es bidireccional: sólo a través de acciones políticas basadas en un sistema fiscal redistributivo y en la generación de políticas públicas de redistribución de rentas, se puede frenar el crecimiento imparable de la desigualdad y asegurar la democracia. Y sólo un sistema político realmente democrático puede dar lugar a políticas económicas que aseguren el bienestar de todos los ciudadanos.

 

Madrid, septiembre 2014