Artículo publicado en Periodismo Humano
Según informan desde el grupo de Vivienda de Tetuán, “diez personas, tres familias, ven con angustia cómo la casa en la que viven desde 1957 puede venirse abajo. Tres generaciones que han crecido en el barrio de Tetuán y a quienes el Ayuntamiento de Madrid va a derribar su vivienda, su vida y sus sueños. ¿El motivo? Seis metros cuadrados. Esta es la superficie de la casa que interfiere en el diseño de la acera que contempla el plan urbanístico. Van a tirar un hogar para ampliar una acera. Poco importa que la configuración actual de la calle permita transitar a la perfección, o que la familia haya ofrecido derribar tan solo la superficie afectada. Sobre el mapa, donde tenía que haber una acera viven tres familias. La casa se derriba y punto”.
Tras una década de lucha para conservar su casa, ha llegado el momento de la verdad. El Ayuntamiento ha notificado a las familia, con apenas 9 días de antelación, que el próximo 14 de agosto a las 9:00 horas tienen que haber finalizado “el traslado de muebles y enseres”. De lo contrario, la Administración desahuciadora podrá recurrir a las “Fuerzas y Cuerpos de Seguridad” para garantizar el cumplimiento de la orden. Lo más grave del caso es que no han recibido una notificación del juzgado, sino una nota interna carente de validez legal”.
La historia.
La familia Gracia González vive desde 1957 en una casa baja en la calle Ofelia Nieto. Los padres criaron allí a sus hijas y, cuando éstas crecieron, formaron sus familias en dos pisos situados en la planta baja, donde anteriormente había un taller. Desde entonces, tres unidades familiares habitan en viviendas separadas dentro de la misma casa: los padres, las dos hijas, la pareja de una de ellas y cuatro niños menores. Tres generaciones, nueve personas y cincuenta años de vida, que amenazan con venirse abajo por orden de derribo dictada por el Ayuntamiento de Madrid.
En virtud de un plan urbanístico aprobado en 2004, el Ayuntamiento (a través de la antigua Gerencia de Urbanismo) pretende derribar la casa. El pretexto: una superficie de 5,98 m2 que se interpone en el diseño de la acera contemplada por el plan.
Sin embargo, el verdadero motivo del derribo se adivina nada más observar la zona. Detrás de la casa hay un solar que, en caso de ejecutarse el derribo, dejaría una amplia parcela urbanizable junto a la calle Ofelia Nieto, una zona que en los últimos años ha sufrido un fuerte proceso de remodelación. Aunque el Ayuntamiento sea el responsable de la expropiación, la parcela está catalogada como zona residencial de vivienda privada, por lo que el único beneficiario será la inmobiliaria que la adquiera.
Diversos colectivos sociales están actuando contra este derribo y el consiguiente desahucio de las tres familias.
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