El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, historia viva de la justicia española con 25 años en la Audiencia Nacional a sus espaldas, presenta un libro de casi 1.000 páginas titulado En el punto de mira. La forja de un juez a contracorriente (Editoria Planeta).
En el libro reflexiona sobre los movimientos que le apartaron de la carrera judicial. Garzón fue condenado a 11 años de inhabilitación por ordenar las escuchas en el caso Gürtel entre abogados y presos en la cárcel.

Baltasar Garzón resume en las casi mil páginas de “En el punto de mira. La forja de un juez a contracorriente” los movimientos que lo apartaron de la carrera judicial. En una entrevista en ‘Hoy por Hoy’ ha asegurado que no le interesa guardar rencor, pero que “es necesario de los datos consten” y, por eso, ha escrito este libro. Aunque advierte: “se puede decir más, pero ya está bien, de momento”.

Su publicación coincide con el verdadero inicio del juicio por el caso Gürtel, ahora que los tres magistrados que componen el tribunal han rechazado todos los argumentos para anular el proceso que habían planteado las defensas de los acusados y del propio Partido Popular, sentado en el banquillo como partícipe a título lucrativo de la trama, como responsable de haberse beneficiado de dinero corrupto aunque no supiera su origen. Una decisión que ha provocado la respuesta airada de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal. Una respuesta que, en opinión de Garzón, asusta. “Me da un poco más de miedo [que Cospedal haya dicho que es un juicio sin garantías procesales]. Si dice eso después de haber pasado por el Supremo, por el Tribunal Superior de Justicia, la Audiencia Nacional, cuatro o cinco jueces de instrucción, ahora que el juicio es público, es que quizás garantías sean destruir discos duros”

El ex magistrado de la Audiencia Nacional, inhabilitado durante once años por ordenar las escuchas entre acusados de la Gürtel y sus abogados, ha explicado que“mucha gente me apoyó y sigue estando conmigo”, y ha insistido en que lo que hizo fue “interpretar una norma”. Garzón ha señalado, además, que “resulta curioso que la reforma de la ley de enjuiciamiento ofrece incluso esa posibilidad de interceptacióncon menos garantías que las que yo otorgué”. Sobre su procesamiento ha contado, como explica en el libro, que durante la tramitación de la querella le sugirieron una salida pactada. “Me mandaron el mensaje de que si pedía un traslado de destino, si me iba de la Audiencia Nacional o si pedía una excedencia, la cosas disminuiría, se me garantizaba un puente de plata”, ha relatado Garzón que, según él, decidio que “si salía de la Audiencia Nacional, saldría con los pies por delante, iba a dar la batalla porque no había cometido ningún delito”. El ex magistrado ha señalado, además, a Federico Trillocomo la persona, “él lo reconoció, encargada por el PP de coordinar las acciones para acabar conmigo de forma sistemática y reiterada”.