Jose Antonio Ruiz Gamborena

 

El 11S marcó un antes y un después en las libertades de todo el planeta con el argumento de proporcionarnos más seguridad. ¿Es hoy, 13 años después, el mundo más seguro? El atentado sirvió para iniciar guerras contra el terrorismo en Irak, Afganistán y ambas han acabado con dos derrotas y dos estados fallidos que no son mejores que en el 2001. Esto demuestra que nuestro sistema no es exportable.

Pero nuestras libertades, de intimidad, de expresión, de tránsito, de acceso a los medios de información, etc. han quedado claramente disminuidas. Todos podemos ser, somos, controlados hasta en el menor de nuestros comentarios con esa excusa y lo peor es que los hemos asumido.

La creación del Estado Islámico, ¿es otra consecuencia?, ha venido a complicar las cosas todavía más y en este momento sí puede existir una amenaza real para todos.

Cuando en Europa, países cuna de los Derechos Humanos como Inglaterra y Francia, y otros como Alemania, Suecia, Bélgica…, se estaban replanteando su política de inmigración y asistencias sociales, tres fanáticos, beneficiarios de esas ayudas, han atentado contra la libertad de un medio de comunicación.

Pues bien, flaco favor nos han hecho al resto, a todos, su acción que nuevamente se va a utilizar como argumento para dar otra vuelta de tuerca a nuestras libertades. Ya se oyen las voces de los mismos que se replanteaban sus políticas para tomar decisiones que nuevamente reducirán los valores que hacían a Occidente y en particular a Europa un modelo de democracia y bienestar.