Roberto Centeno en «ElConfidencial.com»

 

“Estamos pisando terreno sólido, la recuperación ha llegado para quedarse”, afirmaría Rajoy después de haber publicado la EPA más falsa de la que se tiene memoria, ya que su metodología hace que, si se pierde un empleo de 40 horas y se crean dos de 10 horas, se considera que se ha creado un empleo nuevo y la situación ha mejorado, cuando la realidad es exactamente la contraria. Se han generado 402.400 puestos de trabajo utilizando esta burda trampa, que además se reducen a 61.000 si se desestacionalizan las cifras y se corrigen las mentiras sobre la población activa. Pero el tema es mucho peor: el número de horas totales de trabajo ha caído en 3,86 millones, lo que, junto con la precariedad y los salarios de miseria, está llevando a España al tercermundismo, hacia una sociedad dual: una élite cada vez más rica, una burocracia gigantesca de enchufados adeptos al régimen y el grueso de la población empobrecida y endeudada.

¿Qué es lo que ha pasado con la EPA? Para empezar, para Fátima Bañez y su jefe Rajoy son mucho mejor dos ocupados trabajando 10 horas a la semana que otro trabajando 40 horas, cuando lo que sucede en realidad es que el empleo no se ha doblado, sino que se ha reducido a la mitad. “Hoy tenemos una nueva cultura del empleo” dice la doña. ¡Y vaya si la tenemos! Destruimos empleo decente y lo sustituimos por indecente. Y para seguir: aunque para estos dos ignorantes las cifras brutas solo parcialmente desestacionalizadas tengan el mismo valor que las desestacionalizadas de verdad, no lo tienen en absoluto. Sólo las segundas permiten realizar comparaciones válidas. Ocurre que si además no tienen problema alguno (junto al INE) en mentir descaradamente respecto a la evolución real de la población activa, cualquier parecido entre la cifra oficial y la realidad es mera coincidencia.

Da la impresión de que a efectos de la deriva del mercado laboral África empieza en los Pirineos, aunque no así en el número de millonarios ni en el de burócratas de lujoTampoco dicen nada de los 2,5 millones que ni tienen trabajo ni ayuda alguna ni posibilidad real de volver a estar ocupados. Son los parias de este régimen oligárquico, que despilfarra decenas de miles de millones en rescatar a los ineptos y los corruptos y recorta las becas comedor condenando al hambre o la desnutrición a cientos de miles de niños, lleva a la pobreza al 30% de los niños y deja literalmente tirados en la cuneta a 2,5 millones de personas sin ayuda ni esperanza alguna. También ignoran por completo las condiciones de indignidad e incluso ilegalidad de la mayoría de los nuevos empleos: muchas veces los salarios se sitúan en el entorno de los 500 euros y uno de cada tres titulados universitarios (dentro del 50% que tiene la fortuna de no estar parado) ejerce un trabajo para el que no se necesita titulación alguna. Da la impresión de nuevo que a efectos de la deriva del mercado laboral África empieza en los Pirineos, aunque no así en el número de millonarios ni en el de los cientos de miles de burócratas de lujo con más coches oficiales que en Estados Unidos.

Rajoy se hace trampas al solitario

“La mejora del empleo es lo que deseaba anunciar desde que llegué a Moncloa”, dijo Rajoy. ¿Y ha esperado dos año y medio? Entonces, ¿por qué no bajó impuestos desde el primer día y recortó gasto público innecesario? ¿Por qué no redujo la mitad de los ayuntamientos, cerró la mitad de la empresas públicas como había anunciado, cerró diputaciones y concentró autonomías como acaban de hacer en Francia, donde han reducido de 32 a 13 las provincias, que además tenían una enorme raigambre histórica y no eran un invento de cuatro golfos como las autonomías españolas? ¿Acaso no sabe que por cada empleo eliminado en el sector público se crean 2,5 en el sector privado? Yo se lo enseñé a su ministro Montoro cuando le explicaba Estructura Económica, y me consta que no lo ha olvidado, porque así me lo dijo unos meses antes de ser ministro.

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