La trama de Acuamed no sólo planeó echarle ácido clorhídrico al Ebro para facilitarle ganancias a FCC, sino que llegó a probar echándole «unos bidones» a la parte del río que estaba embalsada para comprobar que, efectivamente, el pH del agua bajaba.
Además, la trama también barajó verter al río el agua que FCC había de descontaminar en ese lugar y que en realidad sólo había limpiado parcialmente. Agua, por cierto, que podría provocar un desastre medioambiental, aunque los miembros de la red se mostraban tranquilos. «No nos van a enchironar por eso», se dice en una de las grabaciones realizadas por la Guardia Civil a los investigados de la trama.
En definitiva, de las evidencias se desprende que Acuamed, en los casos investigados, no sólo beneficiaba con dinero público a las empresas contratistas a cambio de presuntos sobornos, sino que por el camino se dejaba su verdadera función: beneficiar a la sociedad española y al medio ambiente con obras hídricas.
Este diario publicó la semana pasada cómo la trama liderada por Arcadio Mateo, ex director general de Acuamed -que despachaba directamente con el entonces ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete-, planeó verter ácido clorhídrico en la parte del Ebro embalsada para descontaminarla en el embalse de Flix(Tarragona), con el objeto de bajarle el pH y poder terminar la obra, certificando el pago de 36 millones reclamados por FCC.
Ahora emerge que en realidad los investigados llegaron a hacer «pruebas» para realizar el vertido, como le comenta Pablo Martín, director de obra en la descontaminación de Flix, a la número dos de Mateo, Gabriela Mañueco, en uno de los pinchazos telefónicos del caso.
Articulo completo en elmundo.es
Deje su comentario